Alicante en Orleans
Alicante in Orleans
Arquitecto/Architect:
Izaskun Chinchilla Moreno

 

La Universidad de Alicante, concretamente su Escuela de Arquitectura, ha viajado por primera vez al extranjero. El destino ha sido Orleáns, donde, auspiciados por el FRAC CENTER, han calado nuestras naves y se ha infiltrado la tripulación. Por ser más claros en la descripción del viaje, y más elocuentes en la localización de nuestra posición, os dibujaremos una serie de mapas. Se trata de una sucesión de entornos más o menos concéntricos. Partiremos de nuestra ubicación concreta, en la que estamos ahora, y nos iremos alejando, poco a poco, hasta abarcar el territorio general que os incluye como lectores.

MAPA 1: LA EXPOSICIÓN 11 écoles d´architecture EN EL frac center.
Se trata de un local no muy extenso, donde, de forma compacta, casi apretada, ha cabido una representación de 11 escuelas de arquitectura del mundo. Ocupamos una posición central, ligeramente desplazada hacia el fondo opuesto al escaparate. Estamos rodeados de vecinos ilustres: Universidad de Tongji, venida desde Shangai, la Escuela de Lille, la Escuela de Strasbourg, la Escuela de Versailles, la Especial de Paris, todas de Francia, la Architectural Association, de Londres, el Instituto de Diseño Nagaoka, de Japón, el Berlage Institute, de Rótterdam, la Escuela Superior Artística de Oporto y el Instituto de Arquitectura de la Universidad de Ginebra. Ha venido mucho público, todos asistentes al 4º encuentro Internacional de Arquitectura de Orleáns (ARCHILAB).

Hay pocas ocasiones donde uno aviste territorios como este. Las exposiciones de arquitectura, ligadas a experiencias docentes, suelen producirse en ámbitos académicos. La primera particularidad de este panorama es la de considerar que la pedagogía del proyecto arquitectónico es relevante en un foro profesional.. Estamos en un congreso de arquitectura distinto, más científico quizás, por esta visión genética, más involucrado en la dificultad de definir lo contemporáneo, o con una línea de tiempo más dilatada, que tendiendo lazos a lo que es previo al objetivo, también los extiende a lo que está por venir. En este primer marco, se esboza consciente aunque brumoso el retrato de una generación que se acerca.

Esta generación esta obligada a construir el oficio. Se ha quedado sin herencia y no tiene roles que cumplir. La convivencia de las Once Escuelas, por espacio 15 días, anuncia la muerte de un entendimiento único de la profesión. Según donde mires, y dependiendo de la agudeza y el reposo con los que detengas los ojos podrás no solo ver distintas arquitecturas, sino, distintos entendimientos del arquitecto como agente, de su capacidad performativa, de sus objetivos y campos de interés. Están los que presentan un arquitecto extenso, desmesurado, casi masivo, que aborda con una visión exageradamente generalista la arquitectura de gran escala y la construcción de la ciudad. También nos han traído arquitectos, autores, precedidos por ideas únicas, por propuestas sin versiones, por créditos claros. Otras escuelas han traído arquitectos que son instituciones, donde cada acto, es avalado por el peso de un proceso colectivo. Los hay que han venido con arquitectos fenomenológicos, que más que construir encuentran la arquitectura en los accidentes que tienen cerca. Como también están los analistas, los rastreadores, los publicistas, los estrategas y otros muchos pobladores, valgan estos puntos para encajar esta suerte mapa político.

Este partir de cero en las acreditaciones profesionales, ha generado nuevos fenómenos de vecindad. Se producen coincidencias involuntarias entre escuelas distantes, sin excesivos solapes, con abundantes diferencias. Se dirime un contacto que se basa en lo específico, que trasciende los conceptos generalistas como el regionalismo, lo generacional o lo estilístico. Podríamos hablar de la aparición de una red de lo concreto, que manifiesta similitudes donde las muestras de realidad observadas o generadas coinciden, produciendo reacciones específicas pero solapables. Podríamos decir que a la primera pregunta de "qué arquitecto construyes", cada alumno y cada Escuela ha respondido, con una selección de datos. Entre estos datos se dibuja un entramado difuso de conexiones que parecen ser los elementos más relevantes para la reflexión y la crítica.

MAPA 2: LA ECONOMÍA DE LA TIERRA.
Este tercer mapa debería abarcaros a todos, a los que leen el artículo y a los que lo publican. Es el mapa que dibuja la pertinencia de Archilab en un panorama más amplio, tan amplio como se decida. Sería difícil hoy defender valores disciplinares que fueran cumplidos por todas las arquitecturas que existen. Si hablásemos de espacio, dudaríamos ante los libros (que están repletos de arquitectura sin él), si hablásemos de forma nos vendrían a la cabeza todas nuestras coartadas basadas en flujos y que parecían conducir al estado informal o aformal, es imposible creer en la universalidad de los valores disciplinares. Archilab ha sido más astuto en su tema global para el congreso. En vez de centrarse en el cuerpo duro, en la mirada esencial, en las manidas cuestiones internas, adopta una visión periférica e inclusiva. Mira desde varias posiciones, desde dentro y fuera de la profesión y, como producto de un silogismo innegable, nos anuncia que la arquitectura es una actividad eminentemente económica. Para eso ha hecho falta construir la intención de atender lo exterior, de hacer guardia en la frontera. Esta vez, desde el comienzo, hablaremos de arquitectura con un epígrafe que nos serviría para hablar de comercio, comunicación, finanzas o política pero que, paradójicamente, es uno de los pocos que parece incluirnos a todos (los arquitectos).

En 1989, Felix Guatttari abogaba por la necesidad de recomponer las prácticas individuales y sociales según tres rúbricas: Ecología social, ecología mental y ecología medioambiental siempre bajo la tutela de una cierta ecosofía, al que el daba un carácter ético-estético. Parecía entonces que se intentaba, desde un apartado parcial de la realidad reflexionar sobre el conjunto más amplio de cosas que fueramos capaces. Ahora, intentamos dictaminar lo que nos pasa, en el recinto concreto de la disciplina y, entendemos, que la falta conclusiones, nos obliga a salir fuera. En ambos movimientos (el deductivo, de lo genérico a lo concreto y el inductivo a la inversa) parece que la reflexión sobre como gestionamos la naturaleza goza de esa capacidad de integración. Sin embargo, por entonces, la ecología seguramente no se había convertido en una actividad económica. Hace poco que ha comenzado a serlo. Camino de alcanzar su estatus de lugar común, la ecología se debate entre el generalismo, la ética barata, la moda, la transgresión cultural y política, la amenaza o los sistemas de garantía y control. Se mueve, en cualquier caso, en el incierto terreno en el que todos parecen saber de que se habla, aun cuando se trata, evidentemente de un fenómeno polisémico. Archilab es doblemente listo, y nos sitúa ante una expresión que no tenemos todavía archivada. Reincide en la estrategia inclusiva donde, la economía de la tierra, nos permitirá hablar de ecología pero no como un único discurso central sino como una opción junto a otras (franquicia, multinacional, global, local, monopolio...).

Me gustaría haber encontrado una cita diciendo algo sobre la relación de inteligencia y la necesidad, pero no lo he conseguido (y di vueltas arriba y abajo a la montaña mágica), así que será el lector, quien completará este último mapa, introduciendo dos líneas finales en las que se elogie intensamente la colosal labor que, una actividad como esta, supone para el replanteamiento de la arquitectura y el pensamiento actual.

The University of Alicante, the Architecture School to be precise, headed abroad for the first time. The destination was Orleans where, thanks to the FRAC CENTER, our ships berthed and our crew infiltrated the city. For a clearer description of the voyage and a more expressive location of our position, we will draw a series of maps for you. They are a succession of more or less concentric surroundings. Starting at our specific location, the spot where we stand, we will gradually mover further away until we have an overview of the territory that includes you readers.

MAP 1: THE EXHIBITION 11 écoles d’architecture AT THE frac center
This not very large venue fitted in a sample of 11 schools of architecture from around the world compactly, almost tightly packed. We were in a central position, slightly nearer the end opposite the window. We were surrounded by distinguished neighbours: the University of Tongji, all the way from Shanghai, the Lille School, the Strasbourg School, the Versailles School, the Special Architecture School of Paris (all French), the Architectural Association from London, the Nagaoka Design Institute from Japan, the Berlage Institute from Rotterdam, Oporto’s Escola Superior Artistica and the University of Geneva’s Institute of Architecture. The show was well attended, all the visitors were from Orleans’ 4th International Architecture Conference (ARCHILAB).

There are few occasions when lands such as this hove into sight. Teaching-linked architectural exhibitions usually take place in academic surroundings. The first peculiarity of this panorama was to consider that architectural design teaching is relevant in a professional forum. We found ourselves at a different kind of architectural conference, perhaps more scientific because of this genetic view, more involved in the difficulty of defining what is contemporary or in a longer time scale. By laying snares to catch what is prior to the objective it was also laying them for what is to come. This first framework consciously although fuzzily sketched the portrait of a coming generation.

This generation finds itself obliged to construct its trade. It has been left without a legacy and has no rôles to fulfil. The Eleven Schools, together for a fortnight, proclaimed the death of a single understanding of the profession. Depending on where you are looking, and depending on the sharpness of your eyes and how long you look, you can see not only different architectures but also different ways of understanding architects as agents, their ability to act, their aims and areas of interest. Some presented a big architecture, enormous, almost massive, with an exaggeratedly generalist view of large-scale architecture and the construction of the city. We were also brought architects, authors, who are preceded by single ideas, proposals without versions, clear credits. Other schools brought architects that are institutions, every act backed up by the weight of a collective process. Some had come with phenomenological architects who, rather than building, encounter architecture in the accidents that lie to hand. There were also analysts, trackers, publicists, strategists and a variety of other fauna. That is enough to give an idea of this sort of political map.

Starting from scratch on professional qualification generated new phenomena of neighbourhood. There were involuntary coincidences between distant schools, not too much overlapping and abundant differences. A contact based on specifics was made, transcending generalist concepts such as regionalism, generation or style. One might speak of the appearance of a network of concretion that revealed resemblances where the observed or generated samples of reality coincided and produced specific but overlappable reactions. One could say that each student and each school answered the first question, What kind of architect are you making?, with a selection of data. These formed a diffuse network of connections that seem to be the most relevant elements for reflection and criticism.

MAP 2: THE ECONOMY OF THE EARTH
This third map should cover all of you, those who are reading this article and those who are publishing it. It is the map that outlines the relevance of Archilab in a wider panorama, as wide as you like. Nowadays it would be difficult to defend architectural values that are practised by all the architectures in existence. If we are talking of space we have our doubts about books (they are full of architecture without it), if we are talking about form all our excuses based on flows that seem to lead to an informal or aformal state come to mind. It is impossible to believe in the universality of architectural values. Archilab was more astute in choosing its overall theme for the conference. Instead of focussing on the hard volume, the essential eye, the clichéd internal questions, it adopts a peripheral, inclusive view. It views matters from various positions, both inside and outside the profession and, like the conclusion of an undeniable syllogism, announces that architecture is an eminently economic activity. To reach this point, the intention of paying attention to the exterior, of doing guard duty on the frontier, had first to be constructed. This time, from the start, we will talk of architecture under a heading that would also serve for talking about trade, communications, finance or politics but, paradoxically, is one of the few that seems to include all of us (architects).

In 1989, Felix Guattari argued for the need to reorganise individual and social practices under three headings: social ecology, mental ecology and environmental ecology, all under the guidance of a certain ecosophy that he considered to be of an ethical-aesthetic nature. At that time, it seemed that an attempt was being made, from a partial section of reality, to reflect on the widest set of things we could. Nowadays we attempt to give an authoritative opinion on what is happening to us, in the specific enclosure of our discipline, and understand that the lack of conclusions obliges us to sally forth. In both types of movement (deductive – from the general to the concrete – and inductive – the opposite) it would seem that a reflection on how we administer or manage nature has this capacity for integration. However, at that time, ecology had probably not become an economic activity. It only started to become one a short time ago. On its way to reaching the status of a cliché, the environment is torn between generalism, cheap ethics, fashion, cultural and political transgression, between threats and control and guarantee systems. In any event, it is moving on the unstable ground where everyone seems to know what it is about, even when it is, obviously, a polysemous phenomenon. Archilab is doubly clever and confronts us with an expression that we have not yet filed. It repeats its inclusive strategy and the economy of the earth enables us to talk about the environment, although not as a single central discourse but as one option among others (franchise, multinational, global, local, monopoly, etc.)

I would have liked to find a quote with something about the relationship between intelligence and necessity, but have not been able to (though I went up and down and round and round the magic mountain), so the reader will have to be the one to fill in this last map by inserting two final lines in absolute praise of the colossal work that an activity such as this is doing for redefining architecture and current thinking.

 

VER CON LOS OJOS CERRADOS PROPAGACIONES, PRECARIEFDAD Y PESUDOINSTITUCIONES (3P)/PROPAGATION, PRECARIOUSNESS AND PSEUDO-INSTITUTIONS (3P) TRÁFICO [DE ENERGÍA] BARBECHO
PRODUCTO=ACTIVO IN BETWEEN