Situación/Location:
Cullera

Promotor/Developer:
CIEGSA (Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat Valenciana)
/(Valencian Regional Government Educational Building and Infrastructure Company)

Colaboradores/Collaborators:
Jorge Méndez Torres, estudiante de Arquitectura/Architecture student
Bartolomé Salvador Ivars, Arquitecto Técnico
/Architectural Technologist
TEMCCO Sistemas y Estructuras
/Systems and Structures
VALNU Sistemas de Ingeniería
/Engineering Systems

Constructora/Contractor:
ICC Grupo Isolux Corsán

Fotografías/Photographs:
José Vicente Sánchez Soro
Autores/
Authors

Edificio Conservatorio Profesional de Música. Cullera

Professional Conservatory of Music. Cullera

 

Arquitecto/Architect:
Francisco J. Nieto Edo
Vicente Bernat Oltra

La parcela de implantación del edificio se situa en una de las áreas de expansión urbana de Cullera, prevista como remate del tejido del primer ensanche de la ciudad, entre el núcleo histórico al Norte y una bolsa de suelo urbanizable no programado al Este previa a la franja litoral. Este área, conocida como Vega Oeste y con un desarrollo paralelo al margen izquierdo del cauce del río Xúquer en las proximidades de su desembocadura, se caracteriza morfológicamente por un sistema viario reticular que define una suerte de manzanas, de proporciones sensiblemente cuadradas, conformadas virtualmente por edificación residencial abierta de considerable volumetría, alzándose sobre las alineaciones de las calles, cuyo negativo es un conjunto confinado de espacios interiores privados, en ocasiones ajardinados, aunque habitualmente ocupados por construcciones de uso terciario.

El solar objeto del proyecto tiene forma triangular a resultas de la ordenación fijada en el planeamiento municipal vigente y consecuencia de dividir en dos por la diagonal una de estas manzanas de periferia.

Considerando el contexto urbano enunciado, el proyecto propone la construcción de un edificio laminar de 112 metros de longitud y tres plantas de altura acomodado sobre la diagonal de la manzana, permitiendo así la aparición de un espacio previo pretendidamente público y con un firme carácter urbano, accesible desde las calles perpendiculares que delimitan la parcela, singularizado por una plantación regular de palmeras datileras, y ofrecido a la ciudad, a modo de plaza, para uso y disfrute colectivo. (Desafortunadamente, a punto de finalizarse la ejecución del conjunto, la Dirección del Centro exigió el vallado de la parcela en su totalidad).

El edificio se resuelve partiendo de una sucesión de paralelepípedos apantallados dispuestos en bandas paralelas articuladas por corredores centrales. La elaborada sección transversal en cascada que dota el edificio favorece la penetración diagonal de la luz de sur hacia los espacios comunes interiores de circulación y estancia. Las distintas piezas del programa se encajan en esta estructura formal siguiendo un orden riguroso y una construcción precisa, confiando al hormigón la consecución material de estos valores. Frente a un entorno físico malogrado, se procura una respuesta contenida, expresada sin embargo con decisión: un edificio que constituya un telón de fondo neutro, una nueva línea del horizonte que acote y matice los límites de la plataforma urbana de nueva creación ganada para la ciudad que el proyecto intencionadamente posibilita, y atenuar a un tiempo la escala de lo construido junto a un elemento de borde como es el río, al que tanto debe la primitiva vertebración de este asentamiento.

 



                                  

The plot is in one of the urban expansion areas of Cullera, seen as the finishing touch to the fabric of the first extension of the town and located between the historical nucleus to the north and, to the east, a pocket of land allocated for development between this area and the coastal strip. The area, known as Vega Oeste, runs parallel to the left bank of the Xúquer river, close to its mouth. Morphologically, it has a grid road system that defines a series of essentially square blocks, virtually all formed of residential buildings of low density but considerable volume. Their frontages follow the line of the streets and their ‘negatives’ are a series of enclosed private interior spaces, on occasion with gardens but usually occupied by tertiary-use constructions.

The project site is triangular because one of these peripheral grid squares is divided in two diagonally by the current municipal plan.

Considering this urban context, a 112-metre long, three-storey high laminar building was designed. By placing it on the diagonal, a space appeared in front of it that was intended as public and decidedly urban in nature, accessible from the perpendicular streets that mark the edges of the plot and distinguished by a regular arrangement of date palms, offering the town a square-like space for communal use and enjoyment. (Unfortunately, just as the entire project was nearing completion the Management of the Conservatory required the entire plot to be fenced off.).

The building is based on a succession of parallelepiped diaphragms arranged in parallel bands articulated by central corridors. This gives the building an elaborate cascading cross-section that favours the diagonal entry of southern light into the shared interior circulation routes and staying spaces. The different parts of the brief fit into this formal structure following a rigorous order and precise construction, entrusting the material achievement of these values to the concrete employed. Faced with an unfortunate physical environment, an endeavour is made to respond in a contained way, although expressed with decisiveness, with a building that constitutes a neutral backcloth, a new horizon that bounds and qualifies the limits of the newly-created urban platform, gained for the city, that the design intentionally makes possible and, at the same time, to attenuate the scale of this building near an edge such as the river, the original structuring element of this town.