Jardín de las Hesperides.
Valencia
Hesperides garden.
Valencia
Autores del proyecto:
María Teresa Santamaría (Ingeniero Técnico Agrícola/
Agricultural Technical Engineer)
Antonio Gallud (
Arquitecto/Architect)
Carlos Campos (
Arquitecto/Architect)
Miguel del Rey (
Arquitecto/Architect)
Detalle de la colección de cítricos/Detail of the citrus collection Distintos planos vegetales sobre la cúpula de San Sebastián/Plants on various planes against the dome of San Sebastian. Vistas parciales de la pérgola/Partial views of the pergola.Acceso desde la calle Beato Bono/Entrance from Calle Beato Bono

 

REENCONTRANDO EL JARDIN

Durante mucho tiempo, el diseño de las denominadas técnicamente "zonas verdes" del planeamiento urbanístico ha quedado reducido al cumplimiento de la métrica asignada a un uso tan difuso como los espacios libres. Esas áreas despersonalizadas, resíduos de espacios de geometrías imposibles, en tantos casos sin las mínimas condiciones para que en ellos pudiera crecer la vegetación para la que se suponía que se proyectaban, se habían convertido en un mal sucedáneo de otra palabra mucho más próxima: el jardín.

El jardín ha sido en nuestra cultura mucho más que la agrupación de plantas ornamentales. El jardín es el marco de los sueños y el espacio donde se producía la aproximación, a través de la naturaleza domesticada y cómoda, a los más elevados y generosos pensamientos. Debería ser posible que todavía hoy y en nuestra ciudad se pudieran crear jardines que recuperaran ese cometido, más allá de la mera satisfacción de los estándares de las consabidas zonas de juegos.

En el nacimiento del jardín de las Hespérides se da la conjunción de situaciones que permiten que todo ello suceda: su colindancia con un jardín histórico como el Botánico y con un gran espacio verde (el antiguo cauce del río Turia) en el que pueden quedar satisfechas las perentorias necesidades de los juegos infantiles más revoltosos y de los paseos de los canes, además de una reivindicación colectiva de no perder uno de los escasos perfiles urbanos conservados de la ciudad histórica.

La mejor manera de proceder a proyectar un jardín, en el sentido histórico de ese término, es recuperar la tradición más rica de la jardinería valenciana, a través de los cítricos que habían dado fama a los jardineros de nuestro siglo XV. Además se podría recuperar la colección de agrios que un día tuvo el Botánico, hoy desaparecida. El argumento para el proyecto no podía ser otro que las mitológicas Hespérides, las manzanas de oro que Hera había plantado en su jardín, custodiado por ninfas de poéticos nombres crepusculares. El Jardín de las Hespérides es el símbolo mítico de la fecundidad. Cuando, según el relato mitológico, Hércules se apodera de las manzanas de oro, las Hespérides, desesperadas, se transformaron en olmo, sauce y álamo respectivamente.

La plasmación de esta sinopsis argumental en un jardín del año 2000 podía hacerse a través de elementos reconocibles de la jardinería histórica, sin que su formalización se deba entender como historicista. El muro, la cerca que delimita el espacio ajardinado confiere el carácter cerrado del mismo ( el "hortus conclusus" clásico) y lo protege de los lindes más hostiles al mismo. El espacio es limitado y sin embargo en él caben todo tipo de insinuaciones contemplativas. El frondoso perfil del Botánico constituye un fondo escenográfico excepcional y hacia él se dirigen las vistas más generales del jardín. Las pantallas de cipreses alineados perpendicularmente al Botánico enfatizan todavía más esa perspectiva, a la vez que fragmentan las vistas interiores, mutiplicando las facetas de los espacios que se van personalizando con la vegetación de cada uno de los sectores.

Frente a ellos, en una serie de plataformas escalonadas, la plantación de cítricos, organizados en andenes lineales, que permiten la observación próxima de sus características y peculiaridades.

En el centro, estructurando linealmente el jardín, una generosa explanada donde confluye la escenografía mitológica y la colección de cítricos. Todos los elementos simbólicos se recogen mediante representación escultórica o las especies arbóreas de la metamorfosis de las ninfas.

El agua, siempre presente en los jardines mediterráneos, tan pronto es compañera del paseo por los andenes en forma de acequia, como se convierte en suave murmullo de la fuente-serpiente, que se abalanza sobre el estanque de oscuro fondo de la constelación en que aquélla se metamorfoseó después del robo de las frutas de oro.

En los lados opuestos, una pequeña fuente en la que Afrodita, protectora de los jardines, se refleja y una pérgola que acoge al visitante entre acantos y bouganvilleas.

Las cuatro puertas del jardín mantienen la imagen de hermeticidad del mismo. Dos son de hormigón, se diría que fundidas con el muro del cierre. Las otras dos, de chapa de acero, insinúan algunos pasajes literarios relativos a la escena mítica que se desarrolla en el interior.

La transposición de todos estos referentes clásicos a un lenguaje actual se realiza a través de la geometría, siempre lineal y fragmentada, como una permanente insinuación a la belleza, objetivo final de todo jardín.

REENCOUNTERING THE GARDEN

For many years now, designing what are technically known as "green spaces" in town planning has been limited to ensuring the provision of the set number of square metres assigned to such a diffuse concept as open areas. These depersonalised areas, these left-over spaces with impossible shapes that are all too often without the minimum conditions for growing the plants that are purportedly the reason for their existence, have become a poor substitute for something far closer to us: a garden.

In our culture, gardens have traditionally meant far more than a collection of ornamental plants. The garden is the setting for dreams and the space where, through contact with a comforting, domesticated nature, the highest, most generous thoughts come to the mind. In our city of today it should still be possible to create gardens that return to this function, that go further than merely meeting the standards required of the ubiquitous play areas.

The birth of the Jardín de las Hespérides [Garden of the Hesperides] was made possible by a combination of circumstances: it adjoins the historic Botanical garden, peremptory requirements such as providing for the rough and tumble of children’s games and walking the dogs can be satisfied by the great green space in the old bed of the river Turia and there has been a grass-roots movement to demand the conservation of one of the few remaining distinctive outlines of the old city.

The best way to proceed when designing a garden, in the historical sense of the word, is to return to the best traditions of Valencian gardening with the citrus plants that made our 15th century gardeners so famous. This also makes it possible to rebuild the citrus collection that the Botanical garden once had but has since disappeared. The theme of the project had to be the mythological Hesperides and the golden apples that Hera planted in her garden, which were guarded by nymphs with poetically crepuscular names. The Garden of the Hesperides is the mythical symbol of fertility. The story has it that when Hercules took the golden apples, the Hesperides in their desperation turned into an elm, a willow and a poplar.

Converting this story line into a garden of the year 2000 may be done by using recognisable elements from the history of gardening without having to formalise them in a way that would be understood as historicism. The wall around the garden that marks off the space and encloses it (the classic ‘hortus conclusus’) also protects it from the most hostile aspects of its surroundings. The space is limited but has room for every type of invitation to contemplation. The leafy outline of the Botanical garden provides an exceptional backdrop and the general views of the garden are directed towards it. The screens of cypresses set perpendicularly to the Botanical garden serve to emphasise this perspective still further. They also fragment the interior views and multiply the facets of the spaces, which are given a separate personality by the vegetation used in each sector.

Facing them, on a series of staggered terraces, the citrus collection is set out in linear beds that allow their characteristics and peculiarities to be observed at close hand.

The mythological scenery and the citrus collection converge in a wide esplanade in the centre that structures the garden linearly. All the symbolic elements are represented by sculptures or by the trees into which the Hesperides metamorphosed.

Water is always present in Mediterranean gardens, whether as irrigation channels along the terraces or in the soft murmuring of the serpent fountain that springs on the pond. The pond’s dark floor shows the constellation into which the serpent was changed when the golden fruit was taken.

On opposite sides, a small fountain mirrors Aphrodite, protector of the gardens, and a pergola welcomes visitors among its acanthus and bougainvillias.

The four gates to the garden maintain its closed off image. Two are made of concrete as though fused with the wall. The other two, of steel plate, hint at certain literary references to the mythical scene represented within the garden.

All these classical references are transposed to a modern idiom by the entirely linear and fragmented geometry, permanently hinting at the beauty that is the ultimate aim of any garden.

Alberca central y escultura de la Metamorfosis de las ninfas/Central reservoir and sculpture of the Metamorphosis of the nymphs

Planta general del jardín/Ground plan of the garden


Vistas parciales de la pérgola/Partial views of the pergola.

Vista aérea./Aerial view

Alzados/Elevations

Acceso desde la calle Beato Bono/Entrance from Calle Beato Bono

Detalle del manantial y las acequias/Detail of spring and irrigation channels

Vista nocturna con el botánico al fondo/Night-time view with the Botanical gardens in the background

Cliente/Client:
Ayuntamiento de Valencia- Servicio de Proyectos Urbanos/
Valencia City Council - Urban Projects Service
R. Jiménez, Arq. Jefe/
Chief Architect
A. Medina, Arq. Coordinadora/
Coordinating Architect

Escultura/Sculpture:
Autor/
Artist: Miklós A. Pálfy
Fundición/
Foundry: Eduardo Capa S.A.

Arquitecto Técnico/Technical Architect:
Rafael Pastor

Fotografía/Photographs:
Autores, Miguel A. Valero (MAV)
Bleda/Rosa

Contratista/Contractor:
UTE- Vias y Dalmau

Fecha del Proyecto/Project Date:
1998-2000

 

Bocetos previos/Preliminary sketches. Bocetos previos/Preliminary sketches.